La interacción entre dos mecanismos medioambientales clave, como el impuesto al carbono establecido a través de la ley 189 de 2016 y el Programa Nacional de Cupos Transables (PNCT), podría tener un impacto significativo en la economía de no reglamentarse, este último, de manera adecuada. El impuesto al carbono es un gravamen sobre el contenido de carbono por el uso de combustibles fósiles y su propósito es crear un incentivo para reducir las emisiones. Por su parte, el PNCT, el cual no ha sido reglamentado, es un sistema de comercio que establecería un límite a las emisiones de gases de efecto invernadero y permitiría a ciertas empresas comercializar cupos de emisión. Este mecanismo permitiría a las empresas planificar mejor sus inversiones de capital así como sus estrategias para reducir su huella de carbono en un periodo de tiempo razonable.
Si bien existen múltiples beneficios derivados de estos mecanismos, su aplicación simultánea podría activar riesgos derivados de una “duplicación de costos” asociados a la implementación de un sistema de precios al carbono adicional al impuesto actual. Esta “doble presión” podría terminar, eventualmente, en un aumento en los costos para las empresas lo cual impactaría, no solamente la economía en general, sino a los consumidores con ocasión en el aumento en los precios finales.
Por esta razón, debe revisarse la necesidad o viabilidad de actualizar o hacer ajustes al impuesto al carbono de tal manera que la implementación del PNCT no dé lugar a la asignación de doble costos a productos y sectores. Una adecuada reglamentación evitando este tipo de riesgos permitiría seguir promoviendo la reducción de emisiones, asegurando que la implementación de las acciones en el marco de este mecanismo contribuyan de manera efectiva a la transición hacia una economía baja en carbono. Los mercados de carbono juegan, sin lugar a dudas, un rol fundamental en este escencario, pues es crucial que las reducciones de emisiones en los mercado de carbono sean parte de un sistema de contabilidad sólido.
Adicionalmente, y para efectos de una adecuada implementación del PNCT así como del funcionamiento de los mercados de carbono, es clave el fortalecimiento de las estructuras institucionales existentes a través de una regulación que ofrezca seguridad jurídica a los diferentes actores y definir roles en aspectos fundamentales como salvaguardas ambientales y sociales, información y contabilidad, bajo parámetros de confiabilidad, calidad, transparencia y adicionalidad.
Esto permitiría generar confianza entre compradores y vendedores y evitar manejos inadecuados en la implementación de los mecanismos de monitoreo, verificación y certificación de las transacciones. Una institucionalidad efectiva que brinde claridad y flexibilidad a las empresas no solamente genera un ambiente de confianza en el país, sino que permitiría promover la integración de mercados nacionales e internacionales de carbono y un sistema de comercio de derechos de emisión de una manera clara y eficiente.
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