El gobierno nacional manifestó que antes del 23 de marzo tendría firmada la paz, para lograrlo tendría que darse en primera medida un cese bilateral, y para que este sea un hecho viable y eficaz, deberán diseñarse zonas especiales de concentración de miembros de la guerrilla, bajo la custodia, control y seguridad de la fuerza publica; en principio los apetitos de las Farc llegaban a 20 zonas de concentración, coincidencialmente estas zonas buscaban tener de alguna manera identidad con las llamadas zonas de reserva campesina, las cuales probablemente una vez se diera el primer presupuesto aumentarían, todo saciando el apetito de las Farc.
Tan solo hace pocos días el gobierno nacional manifestó, que no serian menos de 7 y no mas de 10 las zonas de concentración para las Farc, las cuales en principio por iniciativa del gobierno tendrían verificación del consejo de seguridad de la ONU, para las Farc debe ser una comisión tripartita la que debe hacer la verificación de las zonas y de la concentración, se indica que en la realidad las zonas de concentración serán 13 y que probablemente la región con mayor impacto en la etapa de concentración será el magdalena medio; todo hasta ahí es considerablemente aceptable pero aun quedan muchas zonas grises en todo esto.
Asi como no se ha definido el mecanismo de elección de los magistrados, de la llamada jurisdicción especial de paz, la cual deja abierta la posibilidad que las Farc nombren de manera audaz sus jueces, tampoco están claros los criterios para la instalación de las zonas de concentración, ni si se apelara al mecanismo de la comisión tripartita que tanto defiende las Farc para la verificación, y si en el evento que se desarrolle ese planteamiento quienes integrarían esa comisión tripartita, y cuales serían los criterios para la integración, muy seguramente esta organización buscara que esa comisión este conformada por gobiernos locales según el caso.
Asunto que de entrada beneficiaria mucho a las Farc, pues si dentro de la comisión de verificación se busca que sea integrada por gobiernos locales según la zona donde se encuentre ubicada la concentración, pues será muy fácil tener a cualquier precio de lado a esa autoridad local dejando a un lado, la objetividad e imparcialidad que el asunto requiere; las pautas deberían indicar sin titubeos la entrega de las armas a un tercer Estado, ello seria prenda de garantía en un cese bilateral.
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