Algo que causa debate y puede darse como un logro del congreso, es la creación del tribunal de aforados el cual blinda de alguna manera a todos los funcionarios con fuero, pues a la fecha no existe claridad sobre la separación en este tribunal del juicio político y el juicio penal, así las cosas lo que logro Santos es cambiarle de alguna manera el nombre a la comisión de acusaciones, sin cambios profundos en la metodología de investigar, acusar y juzgar a funcionarios con fuero enredados en líos de corrupción; de equilibrio poco o nada tiene este acto legislativo que de entrada modifica cerca del 10% de la constitución asunto que haría engorroso su paso por la corte constitucional.
En lugar de ser un acto legislativo que de manera eficaz como su nombre lo indica, equilibre los poderes públicos, es una norma jurídica que lo que hace es “habilitar” para que siga siendo Colombia campeona en sinvergüenzas, por ejemplo: de manera tacita se brinda una “inviolabilidad” a los congresistas, esto en materia de otorgarles la posibilidad que puedan ser ministro de despacho sin la necesidad de renunciar un año antes a su curul, esto en un régimen presidencial con un congreso habido de costumbres insanas, es un desparpajo nada más, con ello no quiere decir que este punto sea del todo absurdo, quizás en un régimen semi - o parlamentario no lo sea tanto.
Los paradigmas de las democracias modernas se trazan nuevos retos, máxime en una era de tecnología en donde con solo un “click” podemos saber iniciativas fiscales en democracias a miles de kilómetros de distancia; no todo es malo en este acto legislativo, por una parte elimino el consejo superior de la judicatura el cual goza de mala reputación, y no tiene mucha funcionalidad a decir verdad, Uribe en su gobierno lo intento eliminar para ahorrarle a los colombianos un dineral, en su momento magistrados de la corte suprema con intereses de estar en el consejo superior, satanizaron la propuesta, mañana los contribuyentes se ahorraran una gran cantidad de millones por cuenta de eliminar un tribunal innecesario.
Las perspectivas trazan nuevos retos, y demandan de la sociedad grandes alertas al tiempo, como es la composición y organización de la rama judicial y el llamado tribunal de aforados, pues aún no hay claridad sobre estos asuntos que dan para mucho, especialmente el mecanismo y conformación del denominado consejo de gobierno judicial, el cual definirá la política de la justicia como la integración de listas de elegibles a magistrados, tampoco hay claridad en la creación de un senado regional con tan solo 11 curules para lo que eran los antiguos territorios nacionales; hay que resaltar con gran acierto el aumento del tiempo de experiencia para ser magistrado de alta corte que lo dejo en 15 años, como también la derrota de la rocambolesca propuesta del fiscal general de llevarnos a una constituyente.
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