Las empresas B son el resultado de un movimiento de accionistas de diferentes empresas, que hacen parte de una organización sin ánimo de lucro denominada “B Lab”.
Según Sistema B (www.sistemab.org), que es la organización que promueve la cultura de las empresas B en Colombia, ya son más de 1.000 empresas en el mundo que se han certificado, distribuidas en más de 30 países. En Suramérica hay 100, de las cuales 13 son colombianas, adicionalmente hay otras 3 empresas transnacionales, con operaciones en Colombia que tienen la certificación a nivel global.
Entre estas, se destacan empresas como Bio Plaza que es un restaurante que ofrece productos orgánicos, Armovial dedicada al diseño, construcción y mantenimiento vial y Portafolio Verde, que desde Medellín, diseña soluciones para que otras empresas desarrollen sus actividades de forma sostenible.
Para ser una empresa B en Colombia se debe tener una certificación, otorgada por Sistema B. Esta certificación se obtiene luego de un proceso de evaluación de varios aspectos que incluye el modelo de administración, las condiciones laborales, el impacto en la comunidad y el medio ambiente.
El primer paso para alcanzar la certificación como Empresa B es realizar una evaluación, en la que se deben obtener mínimo 80 puntos de 200 posibles. Suena sencillo, pero solamente cerca de 1.000 empresas de las 15.000 que han hecho la evaluación han logrado certificarse, lo que convierte al sello B en una garantía de calidad.
En segundo lugar, se debe incluir dentro de los objetivos de la sociedad compromisos sociales y ambientales que sean plenamente vinculantes para la administración. Esto se logra incluyendo dentro del objeto social de la sociedad objetivos sociales o medioambientales.
Con esta inclusión y al hacerse obligatorios los compromisos sociales y ambientales para toda la organización, la empresa B podrá superar los programas tradicionales de responsabilidad social empresarial.
Las reformas a los estatutos en este sentido, obligan a los administradores a ponderar de igual manera los objetivos y resultados económicos, sociales y ambientales.
El desarrollo de las empresas B es tan importante que en 21 Estados de Estados Unidos de América ya se han dictado leyes para promoverlas. En Chile ya hay un proyecto de ley que empieza moverse. Colombia debería hacer lo mismo estableciendo beneficios para las empresas B y quienes trabajen en ellas.
Hoy en día el principal beneficio de ser una empresa B en Colombia es el efecto favorable en la reputación, además de la mejora en la gestión de la empresa.
De esta forma, el modelo de las empresas B permite que se logre un desarrollo sostenible alineando los intereses económicos con las necesidades de la sociedad y el medioambiente.
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