La empresa de familia y su gobierno

La mayoría de las empresas colombianas son de carácter familiar. En efecto, según la Superintendencia de Sociedades, casi el 70% de las sociedades creadas en Colombia son de esa naturaleza. Esa condición de ser empresa y de ser de familia genera grandes desafíos pues exige ponderar intereses que, en algunas situaciones, pueden ser contrarios: el interés de crear riqueza y el interés de mantener la unión familiar.

Adicionalmente, la empresa de familia tiene tensiones inherentes. Por ejemplo, es natural que exista una tensión entre los miembros de la familia que administran la empresa familiar y aquellos que no. También es natural que haya una tensión entre la primera generación, que fundó la empresa y la llevó al éxito, y las nuevas generaciones, que traen nuevas ideas sobre el rumbo empresarial.

Por otra parte, es también común que, con cada nueva generación, se vaya perdiendo el sentido de pertenencia, así como la alineación familiar. Sobre esto, varios estudios han demostrado que la alineación familiar no es la misma en una empresa de padres e hijos (primera y segunda generación) o de hermanos (segunda generación) que una empresa de primos (tercera generación). Esta disminución en el sentido de pertenencia y alineación familiar es la razón principal por la que las empresas familiares suelen llegar sólo hasta la tercera generación.

Así, para que una empresa familiar trascienda, es esencial alinear el objetivo de crear riqueza con el de mantener la unión familiar, minimizar las tensiones inherentes y, finalmente, reforzar el sentido de pertenencia y alineación familiar. En este contexto, puede ser muy útil implementar un buen gobierno familiar.

El primer paso para un gobierno familiar efectivo es comprender correctamente la dinámica de la empresa familiar. Algunos estudios sugieren analizar la empresa familiar desde tres ámbitos y sus respectivas intersecciones: la familia, la administración y la propiedad de la empresa. De esta manera, se identifican hasta siete sectores dentro de la empresa familiar: 1) familiares que no administran ni tienen propiedad, 2) familiares que administran, pero no tienen propiedad, 3) familiares que son propietarios pero no administran, 4) familiares que administran y también tienen propiedad, 5) administradores que no son familiares ni propietarios, 6) administradores que no son familiares pero sí propietarios, y 7) propietarios que no son familiares ni administradores.

Identificar estos sectores que se encuentran en la empresa de familia permite entender sus tensiones naturales y, en consecuencia, diseñar un gobierno familiar que las mitigue de forma efectiva. Así mismo, facilita confeccionar un gobierno corporativo que logre alinear el objetivo de crear riqueza con el de mantener la unión familiar.

La alineación y el sentido de pertenencia también tienen un componente sentimental. Este sentido se refuerza con los relatos orales y escritos de los miembros de la familia que fundaron y administraron la empresa hasta convertirla en un éxito. Leer o escuchar estos relatos, junto con la participación de los miembros de la familia en ciertos ámbitos de la empresa, hace que las nuevas generaciones se sientan "parte de la tribu". Ver y oír el propósito y los valores familiares proporciona una dirección clara y logra la deseada alineación familiar. Por ello, este aspecto debe incluirse en los instrumentos de gobierno familiar.

Por todo lo anterior, es recomendable que los empresarios estudien a fondo este tema para orientar de la mejor manera los intereses superiores del negocio familiar.

*Juan Diego Martínez, Socio del Área corporativo, Fusiones y adquisiciones y Planeación patrimonial de Serrano Martínez CMA