En grandes ciudades como New York, Londres y París, los sistemas de transporte masivo de pasajeros son principalmente férreos. Como parte de la población trabaja en el centro de las ciudades pero viven a las afueras, el tren de cercanías, es el modo de transporte con la capacidad de movilizar el mayor número de personas en el menor tiempo posible.
En Colombia las ciudades se han comenzado a expandir hacia las periferias. En el caso de Bogotá, la malla vial no se encuentra en un estado óptimo para soportar el flujo de vehículos que transitan, por lo que resulta importante ofrecer soluciones alternas. Por ejemplo, el Regiotram de Occidente (que se espera entre a operar en 2026) conectaría Facatativá con Soacha y Bogotá a través de 2 líneas, y estaría interconectado con las futuras líneas del Metro, logrando que la movilización de pasajeros entre Bogotá y Facatativá tenga una duración de 60 minutos. Así, se convertirá en un modo de transporte alternativo al de vehículos y al Transmilenio por la Calle 13, que aportaría a resolver uno de los principales problemas de movilidad: la entrada y la salida de vehículos por el occidente y sur de la ciudad.
Por otra parte, el Regiotram del Norte conectará Bogotá con Chía, Cajicá y Zipaquirá y se espera que en el mismo se movilicen alrededor de 250 mil pasajeros al día. Se está estudiando la posibilidad de que se conecte no solamente con Transmilenio, sino también con el Regiotram de Occidente mediante alimentadores, lo que conllevaría a un verdadero sistema de interconexión entre toda la periferia de la ciudad.
Este año se aprobó la ley orgánica que define las condiciones generales de la Región Metropolitana Bogotá- Cundinamarca, cuyo propósito es promover el desarrollo integral de la región y el cierre de brechas entre las entidades territoriales que lo conforman. Diariamente entre Bogotá y Cundinamarca se realizan 5.3 millones de viajes en transporte público (cuyo trayecto en promedio toma 1 hora y 42 minutos, multiplicado por dos veces al día). Así, es claro que estos proyectos facilitarían la conectividad entre los municipios que hacen parte de la ciudad-región, reducirían los costos de transporte para los ciudadanos que se movilicen, y mitigaría la congestión y saturación de vías de acceso a la ciudad.
Igualmente, en Cali avanzan con la estructuración de un proyecto de tren de cercanías que buscaría mejorar la conectividad entre los municipios de Cali, Jamundí, Yumbo y Palmira, así como una conexión con el aeropuerto Alfonso Bonilla. También están los proyectos del Eje Cafetero y el Tren del Caribe, que buscan fortalecer el transporte entre ciudades de sus regiones para impulsar el turismo.
Así, lo que se busca con la implementación de los trenes de cercanías y trenes regionales es mejorar la conectividad entre ciudades principales y la periferia / ciudades de una misma región, y permitir una mejor planificación. También mejorar la accesibilidad y complementar los modos de transporte existentes para que funcionen como una red multimodal de transporte, lo que permite sin duda aumentar la competitividad al reducir los tiempos de transporte y la congestión vehicular.
En esa medida, estos proyectos son clave para promover la eliminación de fronteras entre territorios, permitir la verdadera integración y movilidad social entre las regiones, y aportar al mejoramiento de la economía urbana y rural. Así, sin duda serán un elemento esencial para mejorar la calidad de vida de las personas que confluyen alrededor de las ciudades y regiones principales en el país.
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