Un llamado a un gobierno sostenible

Los principios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés) dominan el panorama de inversión. El auge de la inversión ESG desplaza el paradigma de que el rol de la empresa es solamente maximizar el valor para los accionistas. Crea un rol de protección social y ambiental.

Sin embargo, la inversión ESG ignora el papel del gobierno; y pone presión en las empresas del sector privado como fuentes principales de soluciones a los grandes problemas sociales y ambientales.

Claramente, la amenaza real y existencial del cambio climático y problemas sociales han impulsado a los inversionistas a tomar el liderazgo en el desarrollo de estas iniciativas. Una encuesta reciente de Morgan Stanley Bank establece que 88% de los inversionistas preguntan por las políticas de ESG de las compañías y que casi 90% de los millennials preferirían tener inversiones en proyectos alineados con principios ESG.

Pero es extraño que se esté dirigiendo el esfuerzo a las empresas privadas, en lugar del gobierno. En otras palabras, el movimiento ESG refleja un giro libertario significativo en la vida económica y política. Después de todo, uno pensaría, naturalmente, que el gobierno sería el ente adecuado para buscar soluciones a problemas amplios, como la injusticia social y la protección del medio ambiente.

El incremento de la inversión en empresas privadas con políticas ESG demuestra que la búsqueda de soluciones de problemas sociales y ambientales no se encuentra en los gobernantes. Han dejado un vacío que en este momento está siendo cubierto por el sector privado.

¿Siendo esto así, estaremos en el momento en el cual el sector privado le enseñaría al gobierno sobre ESG?

ESG debe verse como una herramienta para una mayor transparencia, que dará como resultado una acción impactante. Tiene que empezar con la educación gubernamental. El gobierno necesita entender qué son las E, S y G para entender la necesidad del cambio encontrando soluciones adecuadas de la mano con el progreso del país.

Aunque el concepto de ESG no es algo nuevo todavía hay mucha confusión sobre lo que significan E, S y G.

Enviromental (E) da respuesta a los problemas ambientales, tales como: el cambio climático y las emisiones de gases de efecto invernadero, la eficiencia energética, las energías renovables, los productos e infraestructura ecológica, la huella de carbono, la comida, el agua y los desechos.

Social (S) da respuesta a cuestiones complejas y cambiantes, tales como la privacidad y la seguridad de los datos, la equidad salarial, la salud y la seguridad, los derechos humanos, la diversidad, la inclusión y justicia social.

Governance (G) cubre una amplia gama de actividades corporativas, incluyendo los órganos corporativos, las políticas, estándares, divulgación de información, auditoría y cumplimiento de una empresa entre otros.

En este momento, no solo se necesita entender lo que significa el E, S y G. Se necesita entender la relación estrecha entre estos, dado que una verdadera sostenibilidad no va a existir sin la combinación de estos tres elementos.

Teniendo en cuenta la coyuntura electoral en la cual nos encontramos, se pueden establecer tres acciones que el gobierno podría implementar: (1) adoptar objetivos ESG dentro de las operaciones y servicios gubernamentales; (2) implementar políticas y regulaciones ESG; e (3) incorporar factores ESG en las decisiones sobre los activos y pasivos del gobierno. Cada acción con la búsqueda de promover el interés público en sus decisiones políticas.

La necesidad de incorporar ESG en regulaciones gubernamentales existe. ¿Los nuevos gobernantes serán capaces de enfrentarse al cambio?