La marca Bizarro frenó ante la Superintendencia de Industria el registró de Bizarre Minds

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Juan Carlos Mosquera Muñoz se presentó ante la Superintendencia de Industria y Comercio con el fin de registrar la marca Bizarre Minds, que distingue servicios de la clase 41 de la Clasificación Internacional de Niza como la organización de eventos musicales y la organización y producción de conciertos.

Luego de la solicitud, Fidelitas Entertainment SPA. presentó oposición con fundamento en el literal a) del artículo 136 de la Decisión 486 de la Comisión de la Comunidad Andina.

Fidelitas Entertainment SPA. explicó que la marca solicitante pretendía proteger servicios idénticos a los de la marca opositora y que ha venido ofreciendo en Sudamérica desde hace 15 años. Defendieron que a pesar de que cada una contiene un diseño particular, el elemento nominativo es el más distintivo y en el que recae la semejanza.

Siguiendo los argumentos de oposición, los dueños de Bizarro Live Entertainment sostuvieron que la solicitante se asemeja en su fonética y ortografía con su marca en tanto que reproducen seis de las siete letras que componen su expresión; esto sin que el cambio en la última letra le dé la distintividad necesaria. Haciendo referencia al parecido conceptual, afirmaron que tanto la expresión de la solicitante como de la opositora significan lo mismo (raro o extraño) así estén escritas en idiomas diferentes y el consumidor podría confundirlas.

Tras los argumentos de oposición de Fidelitas Entertainment SPA., el dueño de la marca solicitante no respondió a la oposición presentada. Por ende, la Superindustria hizo el estudio de registrabilidad basándose en los argumentos de oposición. El acervo probatorio ofrecido por la marca opositora fue rechazado porque ya tenían conocimiento del mismo; sin embargo, trajeron a una colación una marca antecedente para el análisis, Colombia Bizarra.

El análisis de la SIC consistió en definir si el elemento nominativo o gráfico era el predominante. Como el que más resalta, la entidad concluyó que el registro de Bizarre Minds sí podría confundir al consumidor, ya que este reproduce la parte relevante de los signos antecedentes. Así mismo, afirmaron que no podrían coexistir en el mercado por el riesgo de confusión y asociación.

En razón a lo anterior, la Superindustria, luego del estudio de la solicitud de registro, de la oposición presentada y del análisis propio, decidió no conceder el registro de Bizarre Minds.