Cómo afecta a los ciudadanos la ‘reformitis’ del Gobierno Nacional de Gustavo Petro

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El Gobierno está adelantando tres reformas diferentes en el Congreso. Una está agonizando (reforma a la salud) y las otras dos (laboral y pensional) todavía no tienen apoyo suficiente. Esto sin contar la reforma política que ya se hundió por petición del mismo Gobierno.

Ayer los partidos Conservador y el partido de la U siguieron los pasos del partido Liberal y se bajaron de la segunda reforma presentada por el Ejecutivo: la de salud. Por lo cual, el proyecto presentado ante el Congreso no tendría los votos suficientes para llevarse a buen término.

La reforma laboral y la pensional también han estado en dilemas y han sido protagonistas de varias marchas en su contra. Agregado a esto, el Ejecutivo ya tuvo que retirar una de sus iniciativas más polémicas: la reforma política.

Este panorama ha provocado que se califique al Gobierno de una ‘incurable reformitis’. Respecto a esto el analista y columnista internacional, John Mario González, aseguró que todos estos cambios que pretende el Gobierno hacen que el foco de la opinión pública se vea afectado.

“El país y los ciudadanos se ven muy afectados por un gobierno al que se le caen las reformas porque, aunque las proyectos en sí no resuelven los problemas e, incluso, en algunos casos pueden agravarlos, si son mal diseñados, se parte de la base de que actualizan, reorganizan y destraban los incentivos tanto públicos como privados para una mejor gestión sectorial”, aseguró González. “No se está haciendo el debate como se debe y se incurre en una gran irresponsabilidad. El tiempo de la opinión pública, de la discusión de los temas que nos competen a todos, debería valorarse y no tratarse como un bien público inagotable”, agregó.

La reforma a la política pasó por lo mismo que está experimentando hoy la reforma a la salud. “Se cayó por errores en la concertación inicial entre los partidos políticos”, explicó Ómar Oróstegui Restrepo, director de GovLab de la Universidad de La Sabana. “Luego, por la inclusión de artículos polémicos en el trámite legislativo que nadie salió a respaldar. Y finalmente, porque cualquier iniciativa que pretenda hacer cambios en reglas de juego para ser elegido por voto popular requiere de un amplio consenso y respaldo entre las fuerzas políticas”, añadió.

Por ahora, el foco principal está sobre la reforma a la salud, que según Oróstegui, si se cae “demostraría que el ejecutivo está teniendo dificultades para lograr mantener la coalición de Gobierno que se formó al principio de la actual legislatura para apoyar varias reformas que son trascendentales para el Estado”.

Cabe resaltar que este gobierno fue elegido democráticamente bajo una bandera de cambio, de reorientación del modelo productivo y de las prioridades de política pública del país, a favor de la inclusión social y un desarrollo más limpio.

“Es apenas coherente con esta agenda que el gobierno proponga las reformas estructurales que anunció en campaña y por las que justamente fue elegido. Ahora, el capital político, de este y cualquier otro gobierno, es un recurso ilimitado. Lo que cabe preguntar es qué tan estratégico y efectivo está resultando para el gobierno apuntarle simultáneamente a varias reformas ambiciosas, cuando no hay consenso ni entre los partidos ni en la opinión pública respecto a su conveniencia, urgencia o idoneidad”, aseguró Laura Lizarazo, analista de Control Risks.

Antecedentes
Según explica el analista político Carlos Arias, en el escenario de facto: pensional, laboral o de salud, los ciudadanos no se ven afectados porque no hay transición. Es decir, las cosas siguen funcionando o medio funcionando como venían. Sin embargo, eso no significa que sea positivo para la ciudadanía, por el contrario, perpetúa la inercia de muchas situaciones y problemáticas que se siguen presentando como: la tercerización laboral, la inestabilidad de empleados que dependen de OPS y la falta de cobertura en salud.