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Actualidad

“El proceso de paz mínimos de justicia para hacerlo sostenible”

23 de octubre de 2013

Salud Hernández Mora


Canal de noticias de Asuntos Legales

El Foro de Presidentes, del que son miembros muchas de las cabezas de empresas grandes y medianas que generan miles de empleos, desde o Colchones El Dorado a HM, Nestlé o IBM, decidieron salir de su cascarón y elevar su voz para proponer y aportar ideas sobre el proceso de paz y otras cuestiones que preocupan a la sociedad. No son los líderes de los gremios de siempre, sino representantes de la economía real, personas cuyas compañías tendrán que aportar fondos si prosperan las negociaciones de La Habana.

Hoy hay presidentes de compañías que ganan salarios europeos y viven rico porque pagan sueldos del África pobre al chofer, la empleada y demás ¿No es una de las razones de la inequidad?
Un país así no es sostenible porque esa brecha genera mucho malestar y provoca que quienes tenemos que mantener esas burbujas es con unos esquemas de seguridad para protegernos. Pero pudiera reducirse y eso generaría nivelaciones.

¿Apoyar el proceso de paz es respaldar a Juan Manuel Santos, o lo hacen por otras razones? Porque los empresarios son, casi siempre, gobiernistas.
Habrá dos locos que no la quieran, pero todos los habitantes de la Tierra son amantes de la paz. Le preguntan a los empresarios: ¿ustedes quieren la paz? Nosotros añoramos la paz. Pero no puede tomarse la paz con el pretexto para que sea a cualquier precio. Puede que se logre aprobar con los mecanismos que se propongan, pero ¿cuál seguridad va a tener en el largo plazo? Nosotros creemos que paz, sí; la apoyamos integralmente, estamos dispuestos a jugárnosla, pero lo que recomendamos es que el proceso tenga unos mínimos de Justicia para hacerlo sostenible.

Ustedes hablan de estar dispuestos a poner dinero. ¿Por qué no empiezan ya algunas empresas, por ejemplo, a pagar mejor a sus empleados, o tiene que ser obligados por la guerrilla?

Yo creo que el proceso ha servido para poner un espejo a todo el mundo. Pienso que los empresarios de ninguna manera tenemos que ser impulsados a esto por la fuerza, tiene que ser por el convencimiento, cerrar la brecha es bueno para el país en el largo plazo.

¿Y qué harán con los desmovilizados? ¿Les darán trabajo?
Hay que ver cómo se genera, no es que salga uno y diga remplazo la nómina por ellos, hay que hacerlo inteligentemente, de la mano del Estado. Pueden dedicarse a la reforestación de las mismas zonas que devastaron, los empresarios pagan, pero no necesariamente tienen que estar en las fábricas. Pueden hacer una actividad bajo el liderazgo del Estado con un foco específico y protegidos por mecanismos que se creen para que no se vuelva una frustración o engaño.

¿Y qué hay de los militares que terminan incapacitados, los soldados profesionales que salen y se encuentran sin trabajo, y hay empresarios que son reacios a contratarlos?

Pienso que hay una gran deuda social con ellos, hay personas que han dado la vida por nosotros. Creo que hay que privilegiar a los que a nombre del Estado cogieron las armas para defendernos.

¿Les parece bien que las Farc se creen en un partido político?
No hemos entrado a estudiar eso por ahora.

¿Van a adoptar una posición común sobre algunos temas fundamentales o cada cual tendrá su propio pensamiento?
Tenemos comunes denominadores: hay que ayudar más, involucrarnos más y respaldar más lo que se haga bien. Y estamos de acuerdo en que tiene que haber una mínima Justicia en el proceso.

¿Reina el optimismo entre ustedes sobre la situación económica o empieza a tambalearse?
Mi opinión personal es que hay una polarización grande, dos caras de una moneda. Unos dicen ‘esto va terrible’, un poco asociado a si están de acuerdo o no con la situación política, pero no hay un pesimismo generalizado, es un pesimismo de coyuntura. Todos sentimos, creemos, que en el mediano y largo plazo Colombia va a jugar un papel poderoso en América Latina. No vemos un fenómeno bolivariano, aquí hay una sociedad conservadora, que ahorra, que tiene muy claro el valor del trabajo para el éxito.

La polarización entre uribistas y santistas se trasladó al mundo empresarial
Sí, pero sin acaloramiento.

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