"Propongo diálogo para un acuerdo nacional que implica cambios de leyes y normas"

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El presidente de la República, Gustavo Petro, aseguró durante la posesión del Elizabeth Becerra, nueva magistrada del Consejo de Estado, que debe haber un diálogo entre el poder judicial y "los cambios de Colombia". Aseguró que el fin es que pueda haber un "acuerdo nacional" que implicaría cambios de leyes, normas constitucionales y que requiere de un cambio de mentalidad. Durante la firma del acta de posesión también estuvo presente Laura Sarabia, directora del Dapre.

"Colombia demanda un cambio con urgencia y es un imperativo categórico. No podemos seguir en una sociedad que se mata, que es desigual y es violenta y que tiene todo por ganar y conquistar", dijo el mandatario. Petro aseguró que se le acusa de querer cambiar la Constitución de 1991, pero lo que quiere es "profundizar y hacerla más real".

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Sostuvo que Colombia es "el país de la desigualdad", concepto que va en vía contraría de la Constitución. "Se nos han olvidado los jóvenes asesinados. Qué peor crimen contra la humanidad se ha cometido en América con unas leyes constitucionales vigentes. Necesitamos una idea de humanidad libre en la que se espanten las voces del fascismo que recorren Colombia", dijo.

También se refirió al caso Pegasus y la denuncia que hizo el mandatario. Dijo que hay un documento de la oficina de lavados de activos de Israel, el cual tiene la Fiscalía, y que contiene la razón de haber traído un "software que es un veneno para los derechos humanos".

Sobre la reforma laboral, agregó que hubo una controversia por una legislación que busca el pago de horas extra. "Tenemos la productividad más baja de la Ocde y la jornada laboral más alta. Junten esos dos términos y nos muestran el atraso económico y mental de Colombia", dijo.

Petro aseguró que "las élites deben entender" que las justicia social es el camino para el desarrollo del país. "Creen que el pueblo debe ser condenado perpetuamente a la esclavitud".

En cuanto al tema medioambiental, afirmó que la humanidad está entrando en una fase de extinción, producto de cambios climáticos y atmosféricos que fueron causados por el modelo de capital.

"El uso de energía fósiles ha llevado a un cambio drástico del clima, que nos llevará a la extinción en breve plazo. Lo que hay en Bogotá es la demostración de que el modelo fracasó, un modelo político y económico, creyendo que el crecimiento urbanístico y económico es infinito. Hoy los bogotanos viven con una peor calidad de vida, porque se están quedando sin agua y no se puede resolver con el racionamiento", aseguró.