En algo más de un año las transferencias internacionales y las sumas de dinero pagadas se han desbocado; cuando por firmar contrato de trabajo con un jugador que para la mayoría no es el mejor del mundo se pagan 222 millones de euros o por un arquero notable, pero al igual que el anterior no es el mejor se pagan US$93 millones se prenden todas las alarmas.
Fifa cree que esta situación no es la mejor para el fútbol y pretende hacer modificaciones a sus reglamentos para intentar frenar la oleada alcista que personalmente creo, no parará.
Hace unos días una comisión de Fifa reunida en Inglaterra planteó algunas medidas para pretender poner en cintura a los clubes gastadores, se plantearon algunas reformas sin indicar la forma de hacerlo por lo que indicaré lo que creo se busca y haré algún comentario al respecto:
Modificar el sistema de transferencias; es evidente que esta forma de contratar jugadores permite los comportamientos indicados al inicio de esta columna, el sistema enriquece a los clubes, a los agentes y a terceros sin que los jugadores toquen prácticamente algo de las sumas que por ellos se pagan. Modificar la forma de contratar y transferir puede ser un buen camino para evitar estas astronómicas sumas.
Crear una cámara de compensación para los pagos de las transferencias; el primer comentario tiene que ver con la dificultad de esta propuesta, una cámara de compensación global es una operación enorme y de difícil adecuación a las normatividades monetarias y fiscales de cada uno de los miembros de Fifa y al final no frena el apetito de los clubes ricos por conseguir a los mejores jugadores a punta de chequera, eso sí le daría mucha más transparencia a un sistema que es de por si oscuro.
Nuevamente se habla de modificar el sistema de agentes como si fueran estos, y no los clubes que pagan, quienes crean la espiral alcista; los agentes, buenos, regulares o malos acaban recibiendo el dinero de los clubes y de los jugadores y no se van a terminar pues su visión del negocio es mucho más general que la de un club o un jugador. Dada la bondad con la que Fifa trata a los clubes, muchos agentes y grupos inversionistas compran clubes para hacer fondos, parquear jugadores y otros negocios con las trasferencias que por el mero hecho de ser clubes son mirados de otra manera por Fifa y las federaciones. El problema no son los agentes, el dinero y el poder que ellos tienen, es el sistema.
También se busca regular el sistema de transferencias a préstamos de los jugadores pues en la actualidad grandes clubes pueden tener prestados más de 50 jugadores en otras instituciones, no veo que pueda mejorar o reducir la tendencia alcista del mercado la limitación de los préstamos.
Como siempre el gran ignorado, aún por los sindicatos de jugadores son los mismos jugadores que son quienes generan, con sus habilidades y su carisma, millones en todos lados y nunca se les pregunta al momento de intentar una reforma.
El fútbol europeo actual con las sumas de dinero entregadas por la televisión permite esta situación. Que un club discreto como el Alavés español reciba al año más de lo que todo el fútbol colombiano paga a sus clubes y que los clubes ingleses reciban muchísimo más que el resto hará que siempre que haya un jugador en disputa el precio se dispare.
Sistemas como el tope salarial o los impuestos al gasto desproporcionado pueden mejorar la situación, pero esto toca el corazón de los clubes que como ya dije, Fifa protege.
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