Hace unos días que tuve un problema grande con una de estas compañías en donde perdí un día completo solucionando un error que ellos cometieron, pensé que me debían pagar por todo el tiempo que me hacen perder. Y estoy seguro que no solo soy yo, pues muchos de ustedes se identificarán con esta situación.
Cuando decidí empezar a escribir sobre esta serie, lo hice por varias razones. Primero, al escribir en la sección de Alta Gerencia, quise mostrar pequeñas lecciones que todo tipo de empresa puede aplicar. Los errores y aciertos de estas firmas, por su tamaño, son muy notorias, pero ninguna está exenta de cometer estos errores. Lo importante del error es aprender de él y poner mejores controles para reducirlos. Como segundo elemento, quise mostrar situaciones que no son ideales y que seguro pueden corregir. Desafortunadamente la mayoría de estas empresas, a pesar de lo que dicen, no tienen en su organización una opción de servicio al cliente donde uno pueda dar ideas. Uno puede llamar al call center y quien lo atiende tiene poco o ningún interés sobre las ideas que tiene. Esta visión retrógrada tiene que cambiar, no por el bien de estas firmas sino por el de los usuarios.
Quiero aclarar que mi objetivo no es dejar en ridículo a estas compañías. A cada una de ellas le dedicaré un artículo para mostrar lo que he visto bueno y malo. Este no es un estudio a fondo, pues no tengo ni el tiempo ni el presupuesto para ello. Son cosas que he encontrado como un usuario más.
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