Una parte importante de la agenda del presidente Iván Duque consiste en terminar los 23 proyectos de vías de cuarta generación que ya están en construcción. El interés de hacerlo es atraer mercados, inversionistas y bancos extranjeros interesados en invertir en la región. Además, busca brindar las condiciones para el desarrollo de industrias influenciadas por la calidad de la infraestructura, como el sector transporte.
Se espera que la inversión de actores privados en el desarrollo de la infraestructura sea elevada. El de la infraestructura sufre de falta de recursos para su financiamiento. El Gobierno afirma que el margen de maniobra dentro del presupuesto público del país para otorgar recursos a la infraestructura es reducido. Por esto, se comprometerán vigencias futuras para terminar algunos proyectos en curso.
Mejorar la infraestructura permitirá al país acercarse al objetivo de ser uno de los países más competitivos en América Latina. Colombia ocupa actualmente el lugar No. 66 de 137 en la escala general de competitividad realizada por el foro económico mundial. De acuerdo con este índice, la infraestructura es aún un aspecto por mejorar, ocupando el lugar 87 de 137.
El financiamiento de los proyectos de infraestructura es uno de los elementos por mejorar para el desarrollo de esta industria. Actualmente, la financiación de estos proyectos se está haciendo en su mayoría a través de la banca nacional. De acuerdo con la ANI, apenas 16 proyectos del programa de autopistas de cuarta generación cuentan con financiamiento de bancos internacionales. Son pocos los proyectos los que tienen financiación internacional considerando que desarrollar uno solo de estos proyectos puede requerir de inversiones superiores a los $2 billones, una cifra elevada para la banca nacional.
La banca internacional podría verse más interesada en participar en el financiamiento de proyectos locales de infraestructura si hubiera un marco normativo claro que los protegiera. Un instrumento que protegerá los intereses de la banca internacional en asuntos relacionados con el financiamiento de equipos empleados para la minería, agricultura y construcción, será el cuarto protocolo de la convención de Ciudad del Cabo. Esta convención prevé medidas para el acreedor sobre el equipo sujeto a garantía (i.e. buldóceres, tractores, excavadoras,…) como tomar el control sobre el mismo, venderlo o arrendarlo, o recibir cualquier fruto derivado de su explotación. Medidas claras y efectivas como estas pueden aumentar el interés de la banca extranjera en el mercado colombiano.
En su versión actual, el cuarto protocolo prevé medidas adicionales como la exportación del equipo y regulación especial en caso de insolvencia del deudor. En 2019, se realizará una conferencia diplomática para adoptar formalmente el texto del cuarto protocolo de la Convención de Ciudad del Cabo. Es una ventaja que la convención de Ciudad del Cabo, junto con su protocolo sobre aeronaves, ya están vigentes en Colombia desde el 1 de junio de 2007 y la experiencia con estos instrumentos ha sido positiva.
La adopción del cuarto protocolo permitiría obtener financiamiento más barato por parte de la banca internacional y acceso a equipos de minería, agricultura y construcción más modernos. Esto permitiría a los actores de estas industrias optimizar su productividad y rentabilidad.
Por esto, debemos seguir de cerca los desarrollos de la adopción del cuarto protocolo de la convención de Ciudad del Cabo, que puede aportar al desarrollo de la minería, agricultura y construcción en nuestro país.
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