Los ataques informáticos en el mundo suman pérdidas cercanas a US$4 billones con consecuencias reputacionales graves para empresas y personas naturales. Por ello, en el ambiente de los negocios hoy, el cibercrimen se convierte en un riesgo sensible que es necesario administrar apropiadamente, al tiempo con la adopción de medidas para garantizar mejor seguridad.
Con el confinamiento obligatorio se han incrementado sustancialmente las denuncias por estafas masivas a través de medios digitales, la suplantación de sitios web para capturar datos personales lo mismo que el uso abusivo de software malicioso, la interceptación de datos informáticos o la violación de datos personales.
Ya es común escuchar en las noticias de compras a páginas de internet de empresas que no están debidamente constituidas, en realidad, son pantallas para conseguir recursos de incautos consumidores que ante las increíbles ofertas por artículos de tecnología y electrodomésticos, cancelan 50% de lo pedido y son engañados porque los productos nunca llegan.
También llegan a la Fiscalía casos de transferencias no consentidas de activos a cuentas distintas a las de los titulares mediante manipulaciones informáticas, al igual que casos en los que se producen llamadas supuestamente del banco donde la persona tiene sus cuentas y le ofrecen protección para que si les sacan dinero sin su consentimiento les aparezca inmediatamente un mensaje de alerta en su celular. Cuando la persona acepta, le ofrecen un código al celular que, en efecto, recibe y cuando digita el código, los delincuentes acceden a la información financiera y sacan el dinero de la cuenta.
En otros eventos, supuestos amigos del exterior solicitan a residentes en Colombia recibir una mercancía y luego los llaman aduciendo que el producto está listo para entrega pero que, previamente, deben girar a una cuenta un supuesto impuesto de ingreso porque excedieron el peso a lo que accede el usuario consignando sin que llegue mercancía alguna.
También se han recibido denuncias por suplantación de sitios web de empresas de reconocida solvencia y credibilidad a través de los cuales se capturan los datos de quienes a ellas acceden. Muy frecuentes son los casos en los que, aprovechando que muchas personas llevan a sus redes sociales fotos y eventos, las mismas son capturadas con fines extorsivos.
Se informa además de casos de secuestros de información contable y financiera por instalación de malware al abrir correos desconocidos con la solicitud de pagos extorsivos en moneda virtual o bitcoin.
Todos estos ataques suponen retos importantes para las empresas en términos de proteger, detectar y mitigar los eventos de riesgo, mediante plataformas y programas que permitan arrojar alarmas, pero además, análisis puntuales en términos jurídicos y de seguridad por las áreas de riesgo para evitar daños.
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