El uso desmedido de los recursos naturales ha sido caballito de batalla de ambientalistas, quienes, en contraste con sus detractores, luchan por llamar la atención de sociedad y gobiernos para frenarlo y evitar lo que, para los más doctos, no tiene reversa al sobrepasarse los límites del crecimiento. La economía circular no sólo es una alternativa para cerrar el ciclo de vida de productos, servicios, agua, energía, reincorporando las corrientes de residuos, desperdicios y fugas a ciclos productivos, sino que busca cambiar el comportamiento de quienes, sin hacer estrictamente parte de éste, contribuyen, en la generación de materiales, por algunos llamados residuos. Los principales pilares que sustentan esta iniciativa son definidos por 9R: Repensar, Reutilizar, Reparar, Restaurar, Remanufacturar, Reducir, Re-proponer, Reciclar y Recuperar; los cuales, en Colombia, hacen parte de la implementación de la Estrategia Nacional de Economía Circular, abanderada por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, con la participación de las carteras de Comercio, Vivienda, Educación, Transporte, Minas y Agricultura, la vinculación de los gremios del sector productivo, empresarios y del sector académico.
¿En qué se diferencia la economía circular de la economía lineal y qué beneficios trae su implementación?
Pues bien, la economía lineal, desarrollada desde la revolución industrial, consiste en extraer y transformar materias primas, para producir bienes y servicios, comercializarlos, consumirlos y desechar los residuos que se generan, comúnmente enterrándolos en rellenos sanitarios o quemándolos para producir energía, considerando, además, que la fuente de recursos es inagotable en el tiempo.
En contraste, en el modelo de economía circular las actividades, desde la extracción hasta la producción, están diseñadas de forma que las corrientes que para algunos son residuos, para otros se conviertan en fuente de recursos para la elaboración de nuevos bienes y servicios, postergando el final de su ciclo de vida en la cadena de valor, reincorporándolos, reutilizándolos, reciclándolos constantemente; teniendo en cuenta la vulnerabilidad en la disponibilidad y provisión continua de los recursos naturales en la economía mundial.
Así mismo, la economía circular propende por la creación de valor compartido mediante innovadores emprendimientos que aumentan el bienestar humano, la protección ambiental y aportan al crecimiento económico y sostenido, por ejemplo, creación de empleo, reducción de la extracción de materias primas, uso eficiente de recursos y de nuevas fuentes de energía, siempre y cuando se realice de manera integrada y con la participación de toda la sociedad.
Para nuestra sociedad colombiana, que carece de educación, especialmente ambiental, es un reto más, y un imperativo compromiso, el considerar los principios de la economía circular dentro de la concepción o diseño de bienes o servicios esta estrategia que, a todas luces, promete ser una alternativa real de desarrollo sostenible, siempre que exista la cohesión y participación activa de todos los actores de la cadena de valor, consumidores, gobiernos, sectores de la economía, organizaciones y academia.
¿Cuáles son las líneas de acción en las que se enfatiza la estrategia de la implementación de la economía circular?
Las líneas de acción en las que se enfatiza la estrategia son:
● Materiales y productos industriales.
● Materiales de envases y empaques.
● Optimización y aprovechamiento de biomasa.
● Ciclo del agua.
● Fuentes y aprovechamiento de energía.
● Gestión de materiales en centros urbanos.
● Comunicación y cultura ciudadana.
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