Carlos Hernán Rodríguez Becerra y sus retos en el regreso como Contralor General

Después de la intervención, en derecho claro está, del Consejo de Estado y hasta la Corte Constitucional, terminó la novela y Carlos Hernán Rodríguez Becerra fue elegido para ocupar el cargo de Contralor General de la República, al que volverá para completar lo que resta del período 2022-2026. Al aceptar su elección requirió el acompañamiento del Congreso, del Gobierno nacional, los gobiernos territoriales y la ciudadanía, en el ejercicio de la labor que asume. “Esta Contraloría debe ser un bastión de la institucionalidad”, subrayó.

Estas palabras caen como anillo al dedo para saber sus nuevos retos en el organismo y demostrar que tanta insistencia valió la pena. Juan Francisco Navarrete, abogado penalista y procesalista, no lo puede explicar de la mejor manera: “uno muy importante es demostrar que su reelección valió la pena, que va a ser una Contraloría no politizada, independiente frente a la institución y a los poderes del Estado. Además, que va a velar por una gestión óptima y honesta en el gasto de los recursos públicos, que va a luchar sin sesgo político contra la corrupción y el derroche del pecunio público, y que va a velar por una ejecución eficiente en los contratos, en términos generales del Estado, pero sobre todo en las obras de infraestructura y en aquellos que son de afectación social”.

Incluso, el mismo Rodríguez lo tiene muy claro y lo dijo, el miércoles, tras ser elegido. Insistió, ante el Congreso en pleno que lo eligió, en que ejercerá su cargo con total independencia y dijo que es necesario trabajar incansablemente para luchar contra todas las formas de corrupción, sin sesgos políticos.

El elegido contralor hizo, además, un llamado al Gobierno a la prudencia en los supuestos macroeconómicos de lo que llegarán a costar todas las reformas sociales que se ha propuesto alcanzar, “que se tengan en cuenta, por ejemplo, una proyección de crecimiento coherente con la ralentización de la actividad económica, el efecto de las tasas de interés, la caída natural que hay en el consumo de los hogares, los menores ingresos por exportaciones petroleras para algunas de las variables es importante revisar con mucho cuidado, una adecuada planeación del presupuesto para la vigencia 2025”.

Otro de sus retos en el cargo, demasiado importante, es la lucha contra la corrupción, seguir en la tarea, empeño al que la Contraloría, sin duda, le ha metido el hombro. En 2019, por ejemplo, fue creada la Dirección de Información, Análisis y Reacción Inmediata (Diari), una dirección del órgano de control dotada de tecnología para el ejercicio de vigilancia fiscal, y que a través de datos apoya las alertas tempranas para evitar la pérdida de recursos públicos. Las herramientas están a su disposición para que pueda seguir en la tarea en este aspecto.

Por su parte, el profesor de planta del departamento de Ciencia Política de la Universidad Javeriana, Humberto Librado, dice que: “a mi juicio son tres grandes retos los que debe asumir el hoy contralor general. En primer lugar, encontramos la articulación con las contralorías territoriales. Las actividades de acompañamiento y auditoría deben considerar estos diferentes niveles para que no se actúe de forma aislada frente a la revisión de los procesos de contratación en el país, especialmente en los aspectos que involucran a los territorios, lo que contribuye al fortalecimiento de la eficiencia del gasto público”. Opina que, en segundo lugar, el otro reto es “el relacionamiento con la Procuraduría General de la Nación (clave además para la lucha contra la corrupción). Las acciones de estas dos entidades contribuyen a que además de los hallazgos fiscales se adelanten las investigaciones y sanciones disciplinarias pertinentes. Un mejor relacionamiento fortalece las acciones contra la corrupción en el país”.

Y por último, cree que Rodríguez Becerra “se encuentra con la responsabilidad de fortalecer la confianza en las instituciones en un ambiente en el que los ciudadanos sienten fuertes condiciones de corrupción endémica. Esta construcción de confianza pasa por la efectividad de la Contraloría en sus acciones, pero también en la comunicación efectiva con los ciudadanos y su respuesta ante sus solicitudes y quejas”. Y esas quejas, precisamente, tienen que ver con otro reto primordial para él y cualquier persona allí: más acciones frente a las obras inconclusas, los ‘elefantes blancos’.

Antecedentes

En su intervención en el Congreso, Carlos Hernán Rodríguez aseveró que “es necesario evaluar las causas de la caída nominal del recaudo tributario y determinar si se debe a dificultades en la gestión”. Consideró, además, que el Ministerio de Hacienda debería contemplar otras opciones que permitan lograr un ajuste fiscal con mayor grado de sostenibilidad y menor impacto en la economía, como la revisión del manejo de la deuda.