Conozca las bases legales que toda empresa familiar debe tener para amparar el patrimonio

La creación de empresa familiar es considerada como una actividad de alto riesgo por su vínculo emocional. Por eso, es primordial tener claro desde el inicio las reglas de juego y vías para salvaguardarla.

Tenga en cuenta que, en materia legal, es prioritario determinar bajo qué tipo societario entrará a operar la compañía.

Para expertos en la materia como Diego Márquez, abogado asociado en Del Hierro Abogados, la recomendación, sin duda, es una Sociedad por Acciones Simplificadas (SAS). Esta, según explicó Márquez, será la única que le permitirá decidir, dado su carácter flexible, si su empresa será una sociedad abierta, es decir de fácil ingreso de terceros intervinientes; cerrada, con ciertas restricciones; o muy cerrada, las cuales son más restringidas y permiten incluso prohibir venta de acciones por determinado tiempo.

Otro de los mecanismos clave es la creación de los protocolos familiares. Aquí, debe establecerse, por ejemplo, cómo se entrará a realizar la toma de decisiones. Una de las opciones, según explicó el abogado, puede ser por quórum o mayorías especiales.

Otro de los puntos es dejar claro cómo se manejará el cambio de participación accionaria, en el cual se encuentra el tema de las sucesiones. Según Márquez, en esto hay que tener claro dos diferencias. “Existe la sucesión patrimonial, que es quién se quedará con las acciones; y la sucesión ejecutiva, que no es otra que en manos de quién quedará la dirección”, indicó el especialista.

Establecer quién puede o no ser accionista será fundamental. Las cláusulas más comunes son si se tiene capitulaciones matrimoniales o liquidación conyugal, grados de consanguinidad y si es hijo de las partes.

Por último, se deben definir los mecanismos de resolución de conflicto y normas de operatividad para tener éxito.