Mercado de fusiones y adquisiciones tiene gran potencial para los bufetes

Colombia es la perla de la región. Este es el calificativo con el que muchos socios de fusiones y adquisiciones (M&A por sus siglas en inglés) han descrito la situación que vive este sector dentro de las firmas de servicios sociales. Dos aspectos como la estabilidad política del país y las garantías de inversión en los últimos ocho años le han aumentado el atractivo inversionista a Colombia. Debido a esto, expertos prevén que el sector tenga un aumento de 13% para 2019.

La firma Baker Mckenzie y Oxford Economics publicaron un estudio sobre el futuro de este mercado en toda Latinoamérica. El informe concluyó que las fusiones y adquisiciones en la región moverán US$94.000 millones en 2019.

Los factores que más influenciarán el desarrollo del mercado son los nuevos gobiernos de México y Brasil y el tratado de libre comercio que se estableció entre México, Estados Unidos y Canadá. La crisis migratoria es una de las amenazas principales en la región y es algo que compromete la confianza inversionista.

Gabriel Gerenstein, socio de fusiones y adquisiciones en Ernst & Young (EY) Colombia, cree que la inestabilidad tributaria de la ley de financiamiento y la variación en los precios del petróleo son las principales amenazas que se presentarán en el mercado nacional. Pese a esto, Gerenstein ve con muy buenos ojos el desarrollo para el próximo año "particularmente en Colombia, hay mucho capital interesado en invertir en la región. Comparado con otros vecinos, el país se ve como una apuesta interesante".

En contraposición a este optimismo de las firmas, sectores políticos consideran que existe un problema en la consolidación del mercado para el próximo año. Los sectores más críticos creen que “la confianza inversionista en el país se ha reducido, por eso nos preocupa tanto que con esta nueva reforma tributaria sigamos generando mayor miedo en las empresas extranjeras”.

Las oportunidades que dotan de optimismo a las firmas de abogados fueron las elecciones presidenciales y el ingreso de Colombia a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde). Estos dos elementos políticos generaron un matrimonio entre la inversión extranjera y las políticas públicas nacionales.

Pese a esto, el informe de Baker Mckenzie aseguró que el golpe de optimismo inversionista llegó demasiado tarde en 2018, con lo que solo se alcanzaron a mover US$1.300 millones durante el año pasado.

El análisis de la política macroeconómica y la estabilidad jurídica que ha vivido Colombia en los últimos meses, le permite a las firmas proyectar un crecimiento importante en este sector. Para 2019, se espera que el campo de fusiones y adquisiciones mueva cerca de US$6.000 millones.