La semana pasada en el estadio de Ibagué un energúmeno con la camiseta del Deportes Tolima resolvió saltar al terreno de juego y golpear a un jugador de Millonarios. La reacción del jugador fue desafortunada, pues decidió responder a la agresión con lo que fue expulsado, configurando una posible falta disciplinaria que seguramente acarreará una sanción adicional. Para empezar, es importante que los jugadores conozcan las reglas de juego y el Código Disciplinario, para evitar este tipo de inconvenientes. Los jugadores de fútbol actualmente no solo deben ser hábiles con la pelota, sino que debe conocer reglamentos y situaciones específicas para evitar problemas dentro y fuera de la cancha. Sin embargo, la ignorancia no es solo de los jugadores y directivos; casi nadie sabía cómo se debía manejar la situación respecto de la expulsión de un jugador antes de iniciado el partido; tampoco, si Millonarios iba jugar con once o con diez jugadores y menos cuales podrían ser las medidas a tomar.
Como siempre, la reacción de los involucrados no fue la mejor, precisamente por desconocimiento de las normas. El presidente del Deportes Tolima afirmó que el equipo no puede controlar a todos los espectadores y que al final pasó poco pues el jugador no tenía ninguna arma que supusiera un peligro para el jugador, es decir, que lo ocurrido, se sale de sus manos y finalmente no pasó nada. Por su parte, el técnico de Millonarios indicó que podrían jugar si no se expulsaba al jugador, como si la seguridad del resto del equipo dependiera de una decisión disciplinaria y no de la tribuna caldeada y la inoperancia de la seguridad y la logística.
Al final los jugadores de ambos equipos decidieron no jugar, bajo el término “falta de garantías” que, si bien nunca lo he entendido, creo que se trataba sobre la poca seguridad.
Hay muchos temas por analizar, pero hablaremos de la seguridad y comodidad en el estadio. A pesar de lo que dice el presidente del Tolima, el organizador del evento, en este caso el equipo local, ES RESPONSABLE de lo que hagan los asistentes al partido, así haya sido solo una persona, hay una falla del organizador. FIFA es clara al respecto; por ejemplo, cada vez que los hinchas de México gritan una grosería en un despeje del arquero en cualquier estadio, la sanción es para la Federación Mexicana. El organizador debe en todo momento asegurar la integridad de deportistas, publico y terceros.
Con todas las diferencias que se pueden hacer, la conducta de los espectadores del Liverpool en la tragedia de Heysel en 1985 donde murieron más de 30 personas trajo como consecuencia el retiro de todos los equipos ingleses durante un tiempo prolongado de los campeonatos internacionales y una sanción mayor para el Liverpool.
Me llama mucho la atención que varias personas acaban acusando al agredido porque “provocó” a los seguidores del Tolima, casi que la agresión era su culpa pues había tenido una actuación desafortunada tiempo atrás con el Tolima y había asumido una actitud que no era del gusto de los locales. Recuerda mucho esto a los delitos de género donde según algunos bárbaros, la víctima acabó siendo culpable porque provocó al agresor por su apariencia o actitudes.
Se dice que el fútbol colombiano tiene muchos problemas y todo parece indicar que poco se hará en este caso. Tolima desistió de reclamar puntos por el supuesto abandono de Millonarios, supongo yo que con la intención de decir “acá no pasó nada” como casi siempre ha ocurrido y realmente NO PASE NADA
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