El próximo 26 de abril se celebrará el Día Mundial de la Propiedad Intelectual. Esta celebración se remonta al año 2000, cuando fue instaurada esta fecha por ser el día en que entró en vigor, en 1970, el Convenio que establece la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (Ompi).
La celebración tiene como gran finalidad fomentar una mayor comprensión general de la propiedad intelectual (PI), cambiando su temática año tras año.
En 2019, la temática versó sobre la relación entre la propiedad intelectual y el deporte, bajo el eslogan “Aspirar al oro: la PI y el deporte”. Este año la celebración recae en “Innovar para un futuro verde”.
¿Cómo se relacionan la propiedad intelectual y la innovación con el “futuro verde”?
Todas las aristas de la propiedad intelectual están estrechamente relacionadas con este propósito universal.
La innovación debe estar siempre presente en las creaciones del talento humano y como tal debe señalar de forma permanente nuevos derroteros que guíen nuestro comportamiento y haciéndonos responsables para que todas nuestras acciones propendan siempre por el cuidado y la conservación de la Tierra, nuestro hogar.
Y es así como vemos cada vez con mayor énfasis que las creaciones del talento humano inherentes a la propiedad intelectual se enfocan en lograr este objetivo para cumplir con la responsabilidad y compromiso que debemos guardar con nuestro planeta Tierra.
Las marcas nos informan siempre de las bondades de los productos que amparan y la manera en que sus titulares y propietarios se esfuerzan por ser ambientalmente responsables y cumplir con su indicador de huella de carbono, no solo siendo neutrales en este espectro, sino yendo más allá para reducirla o contrarrestarla en su totalidad.
Las indicaciones de reciclaje, la obtención responsable, el origen natural, la concentración y optimización del empleo de recursos naturales, y la advertencia de productos no probados en animales son cada vez más frecuentes y nos brindan información acerca del compromiso de las marcas y de sus titulares con su entorno ambiental y con el cuidado del planeta.
Las nuevas creaciones, ya sean patentes, diseños industriales o modelos de utilidad, incluyen siempre en sus formulaciones y descripciones características novedosas e informativas acerca de la manera en que la invención o mejora del producto o servicio se muestra responsable ecológicamente con el planeta y las ventajas que incorporan sobre este particular, tanto los métodos inventivos como las características de innovación de la creación de que se trate.
Por su parte, los derechos de autor no son la excepción a la regla y cada vez son más las obras y creaciones comprometidas con el cuidado del medio ambiente, tanto en su temática como en la forma que han sido producidas y materializadas.
Un referente obligado en esta materia es el libro y documental “Una verdad incómoda. La crisis planetaria del calentamiento global y cómo afrontarla”, de la autoría del exvicepresidente de Estados Unidos Al Gore.
Aunque esta obra salió en 2006, esta obra es de permanente actualidad y nos llama siempre a la reflexión, advirtiéndonos del constante peligro que corre nuestro planeta por los efectos del cambio climático e invitándonos a vivir de manera responsable con la naturaleza.
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