Colombia está preparada para dar el siguiente paso en materia minera: salir a promocionar su potencial geológico y generar nuevas oportunidades de asignación de áreas bajo condiciones de competencia que permitan atraer nuevos jugadores y empresas de talla mundial.
¿Qué se necesita?
Necesitamos nuevos jugadores en el mercado. Actualmente, la inversión minera ha incrementado, pero ha sido gracias al desarrollo de proyectos existentes. Dentro del pipeline de proyectos en Colombia no hay un gran número de nuevos proyectos o inversiones que impacten o transformen el sector.
Para nadie es desconocido que la Agencia Nacional de Minería ha venido dando pasos significativos en materia de modernización, digitalización de expedientes, etc. Además, está a punto de entrar en producción un nuevo catastro minero. Esto significa que el sector va a contar con un sistema único de gestión minera completamente electrónico que brinda celeridad y transparencia a los procedimientos y trámites mineros. Aunado a lo anterior, también se plantea la implementación de una cuadrícula para la selección de áreas que acabará con los corredores entre títulos mineros y exigirá a los solicitantes de concesiones mineras un área mínima para contratar.
Por lo tanto, existe una percepción positiva sobre la institucionalidad minera, la cual está preparada para afrontar los desafíos del sector y avanzar hacia la versión 2.0 de la minería en Colombia.
Claramente nada llega por casualidad: debemos salir a vender y promocionar nuestro potencial mineral. No es que no se haya hecho antes, pero lo novedoso es que ahora contamos con una herramienta que incentivaría nuevas inversiones, como es la de las denominadas Áreas Estratégicas Mineras.
La Ley de Plan Nacional de Desarrollo de 2019 trajo una figura jurídica (que ya había sido adoptada en el anterior Ley de Plan Nacional de Desarrollo) que permite otorgar bloques de áreas para el desarrollo de proyectos mineros mediante procesos de selección objetiva, con requisitos mínimos de participación, factores de calificación, obligaciones especiales y contraprestaciones económicas mínimas adicionales a las regalías. Sobre estas áreas no se recibirán nuevas propuestas ni se suscribirán contratos de concesión minera, por lo que están “reservadas” para ser ofrecidas por la autoridad minera.
Este artículo sobre las Áreas Estratégicas Mineras debe ser reglamentado; es una tarea que está pendiente, pero el Gobierno nacional ya ha avanzado en ello pues ha definido y reservado áreas con un potencial medio-alto de minerales determinados como “estratégicos” para el país, en los que sé que se han desarrollado estudios técnicos de mayor detalle.
Respecto de estas Áreas Estratégicas Mineras es que hay que adelantar los procesos de selección para atraer nuevos inversionistas, con reglas de juego claras y contraprestaciones económicas adicionales que favorezcan al Estado. El Gobierno debe establecer claramente cuál sería esta estrategia de atracción de inversión en cuanto a mercados interesados, potenciales jugadores y fondos de inversión, enfocado en aquellos países que tengan interés en invertir en Colombia.
Poner estas Áreas Estratégicas Mineras en el mercado internacional es el paso a seguir para lograr esa atracción de nuevos y grandes jugadores, el fomento de más exploración (que está algo rezagado) para que el pipeline de proyectos mineros incremente. Colombia debe ser y tiene el potencial para ser un país minero; sólo es cuestión de hacer la tarea de salir a promocionar el país, su potencial y las perspectivas mineras a largo plazo en diversos minerales.
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