Cáez Muñoz Mejía abrió práctica de derecho financiero y mercado de capitales
Jorge Mendoza Duque, que se incorporó a la firma para dirigir la nueva área, habló sobre la regulación del sistema financiero
09 de noviembre de 2021Para hacer frente a los desarrollos de la tecnología y los servicios financieros, Colombia viene explorando alternativas regulatorias, como el sandbox de la Superfinanciera (SFC). Jorge Mendoza Duque, nuevo director de la práctica de Derecho Financiero y Mercado de Capitales de Cáez Muñoz Mejía, habló sobre cómo aportará a la firma, y dijo que será inevitable que en dos o tres años el país tenga una regulación de criptoactivos.
¿Cuál es su trayectoria y cómo puede aportar al equipo de la firma?
Me he desempeñado como socio gerente en Mendoza Duque Abogados, director legal para intermediarios financieros en la SFC y abogado de las direcciones legales para intermediarios de valores y para pensiones y fiduciarias en la SFC, entre otros. Tengo más de 18 años de experiencia en distintas disciplinas del derecho financiero, lo que contribuye al perfil empresarial de Cáez Muñoz Mejía, para potenciarla como una firma integral de servicios legales.
¿Cómo ve el sector financiero del país?
Estamos ante un sector financiero cada vez más dinámico, en donde, a pesar de la recesión que generó el covid-19, en el último año se intensificó el ingreso de nuevos proveedores de servicios financieros, particularmente, originadores de crédito y proveedores de giros internacionales. A la fecha, hay más de nueve solicitudes de licencia para constituir nuevos establecimientos de crédito. Adicionalmente, está aumentando el interés por las nuevas licencias admitidas en los últimos años, como sociedades crowdfunding.
¿Qué es un espacio controlado de prueba para actividades de innovación financiera?
El “Sandbox Regulatorio”, introducido por el Decreto 1234 de 2020 y reglamentado a través de la Circular Externa No 016 de 2021, es un espacio experimental diseñado para permitir a las entidades probar desarrollos tecnológicos innovadores para la prestación de actividades propias de las entidades vigiladas por la SFC, a través del otorgamiento de algunas autorizaciones regulatorias para su ejercicio experimental.
¿Impactarán al mercado financiero colombiano estas iniciativas?
Claro. Estas iniciativas estimulan los emprendimientos fintech, que operaban al margen y en forma paralela a las entidades financieras tradicionales, a ensayar sus modelos de negocio y desarrollos tecnológicos de manera formal, a través de la obtención de una licencia temporal como entidad vigilada, sin tener que cumplir con los estándares requeridos para una entidad financiera tradicional. Además, permite a las entidades financieras actuales probar en sus productos, canales y servicios nuevos desarrollos tecnológicos e incluso, realizar actividades distintas a las permitidas por su licencia.
¿Hacia dónde cree que debe ir la reglamentación de los espacios controlados?
Llegó el momento de flexibilizar los requerimientos de capital asociado a las licencias de entidades financieras, en línea con la iniciativa regulatoria de establecer capitales de operación asociados a la actividad, producto o servicio que se ofrece y no como funciona actualmente, según el tipo de entidad a ser constituida.
Sin embargo, para que estos espacios sean exitosos, la SFC debe evitar supervisar a las nuevas entidades vigiladas como si fueran establecimientos bancarios, como ha sucedido con las Sedpes.
¿Cómo ve el ambiente para reglamentar las criptomonedas en el país?
La proliferación de las criptomonedas es una realidad mundial. Aunque en la actualidad no existen leyes que asignen una naturaleza jurídica a los criptoactivos, tampoco existe prohibición sobre su uso o intercambio en el país. Sin embargo, las entidades vigiladas no se encuentran autorizadas para custodiar, invertir, ni intermediar con estos instrumentos. A partir del espacio de prueba habilitado para el manejo de operaciones con criptoactivos, las autoridades cuentan con herramientas suficientes para mitigar los riesgos que implican estos instrumentos, y otorgar a los mismos un estatus jurídico como activo financiero que permitirá su negociación dentro del sistema financiero. Por lo tanto, en dos a tres años, será inevitable contar con la normativa requerida sobre estos instrumentos.
¿Cuáles son los retos de la SFC con la llegada de los neobancos al país?
Además de los riesgos operativos implícitos en este tipo de entidades financieras que ofrecen sus servicios en forma 100% digital, los neobancos no son una opción para todos los usuarios, sino para aquellos familiarizados con la tecnología y los canales digitales. En consecuencia, la convivencia entre neobancos y bancos tradicionales será prolongada. Bajo esta óptica, la SFC debe evitar el arbitraje regulatorio entre estos tipos de entidades, de forma tal que no se perjudique a una en beneficio de la otra.
¿Estamos ante una redefinición del sistema financiero?
Así es. En adición a los espacios controlados, se gestiona una reforma financiera que busca flexibilizar la regulación y supervisión del sector financiero, lo que podría modificar integralmente el sistema de licenciamiento de entidades financieras aplicable. Así mismo, la convivencia entre entidades financieras y operadores de servicios financieros no regulados es cada vez más latente, por lo que los espacios regulatorios flexibles no pueden convertirse en un incentivo perverso para evitar que los prestadores no regulados se organicen como entidades financieras o que resulte para las entidades financieras mucho más gravoso ofrecer los mismos servicios.
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