Las empresas de familia desempeñan un papel fundamental en la economía de Colombia y la región. En Colombia representan más del 80% de las empresas operativas, generan alrededor del 65% del PIB y aportan con alrededor del 20% de las exportaciones del país. A pesar de ello, la legislación en materia de sociedades familiares en Colombia es escasa y solo se encuentran algunas referencias aisladas en el régimen societario (i.e. art. 102 y 435 del Código de Comercio).
Estas compañías enfrentan retos de diversas índoles, entre los cuales destacan: (i) la sucesión generacional, (ii) los conflictos familiares que afectan la toma de decisiones, y (iii) la falta de estructuras de gobierno claras y eficientes.
1. ¿Qué pueden hacer las familias empresarias para enfrentar estos retos?
Las empresas familiares pueden recurrir a varios instrumentos legales para enfrentar el reto de la sucesión generacional y los conflictos familiares. Entre los más frecuentes están la constitución de vehículos sucesorales tales como, fideicomisos, sociedades de objeto especial u otras estructuras, que permitan centralizar y gestionar los activos de la familia de forma eficiente, y la adopción de protocolos familia, códigos de conducta y acuerdos de accionistas, para establecer reglas claras sobre la participación de los miembros de la familia en la gestión de las empresas, los mecanismos y órganos de gobierno corporativo y familiar, los mecanismos de resolución de conflictos y otras reglas relevantes.
Por último, en cuanto a la ausencia de estructuras de gobierno empresarial y familiar las empresas familiares pueden adoptar mecanismos de gobierno corporativo que permitan facilitar la toma de decisiones al interior de las sociedades, asegurando que las mismas beneficien los intereses de las empresas sin afectar la conservación y sostenibilidad del patrimonio familiar. Se pueden crear cargos directivos, consejos de familia y comités de sucesión, así como adoptar códigos de conducta y ética que determinen cómo debe proceder la familia para la adecuada gestión de los intereses sociales y familiares.
2. ¿Qué pasos deben dar las empresas familiares para enfrentar estos retos?
El primer paso consiste en identificar y reconocer cuál es la historia y la cultura de la familia, cuáles son sus valores fundamentales y cuál es su visión a corto, mediano y largo plazo. Este ejercicio será el insumo principal para definir la identidad y los objetivos de la familia.
Por su parte, se deberá estudiar la estructura corporativa de las empresas familiares para evaluar los cambios o modificaciones que deban adoptarse para incorporar mecanismos de gobierno corporativo y familiar que permitan materializar la visión familiar.
Así mismo, se deberá definir cuál es la estructura corporativa más adecuada para los objetivos de la familia y se tendrán que adoptar las reglas de gobierno familiar y corporativo que sean necesarias en forma de protocolos y códigos de conducta.
Es esencial que al final de este proceso las empresas familiares tengan certeza sobre (i) cuáles son sus valores, principios y misión; (ii) cómo se definirá la administración y la gestión de las empresas; (iii) cuál será la política de gastos, inversión y reinversión; (iv) cuáles serán los órganos de administración y cuál será su composición y funcionamiento; y, (v) cómo se debe proceder en casos de sucesión patrimonial y gerencial.
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