La entrada en vigencia de la Revisión General del Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá, adoptado mediante el Decreto Distrital 555 de 2021, trajo consigo una reducción sustancial en el licenciamiento urbanístico del distrito con consecuencias preocupantes para todos los sectores económicos y sociales de la ciudad.
Con el recientemente aprobado Plan Distrital de Desarrollo –Acuerdo 927 del 7 de junio de 2024– se abre una ventana para revitalizar el desarrollo urbano de Bogotá a través de la generación de incentivos tributarios, urbanísticos y de construcción sostenible, que tienen por objeto estimular la cadena productiva y económica de la ciudad. A continuación se abordan algunas preguntas relevantes en esa dirección:
¿Cuáles son las principales causas del desplome del licenciamiento urbanístico en Bogotá y qué consecuencias tiene esto para la ciudad?
Son varias las complejidades que desde el punto de vista técnico, financiero y jurídico ha impuesto el nuevo POT para el desarrollo urbano, pero una de las más relevantes es la elevación de las cargas urbanísticas que deben pagar los proyectos inmobiliarios por la autorización del desarrollo, en comparación con el régimen normativo anterior (hasta un 200% más, según cifras de CAMACOL).
Este incremento en el volumen de las cargas representa una dificultad para darle cierre financiero a los proyectos inmobiliarios, lo que ha hecho que los suelos se queden congelados, generando no solo una desaceleración económica sino un impacto negativo tanto en la creación y mejoramiento del espacio público, como en las soluciones al déficit habitacional de la ciudad, desvirtuando así los objetivos y principios del ordenamiento territorial.
¿Cuáles son las oportunidades que brinda el Plan Distrital de Desarrollo para superar esta situación?
Aunque el POT ya estableció unos incentivos que tienen como fin promover o motivar el cumplimiento de las metas territoriales, los mismos están asociados principalmente a Bienes de interés Cultural y suelos de protección ambiental. Igualmente, los incentivos relacionados con la construcción sostenible reglamentados en el Decreto Distrital 582 de 2023 tienen que ver, básicamente, con la posibilidad de aumentar el área para estacionamientos o disminuir los aislamientos laterales. Sin embargo, tales incentivos no han logrado un efecto relevante en lo que a la situación antes señalada se refiere.
Frente a ello, el Plan Distrital de Desarrollo ofrece la posibilidad de reglamentar otros incentivos que apunten a reducir las cargas urbanísticas de los proyectos inmobiliarios, con el objetivo de promover el licenciamiento urbanístico en el corto plazo, incentivos a los que podrán acceder los desarrolladores siempre que implementen acciones en pro de la ciudad como contraprestación (por ejemplo, mejorando el espacio público existente dentro del área de influencia de los nuevos proyectos).
En tal sentido, la tarea de reglamentar estos incentivos debe ser una prioridad para la Administración Distrital, pues su implementación efectiva será la clave para revitalizar el desarrollo urbano de la ciudad, la reactivación económica, la superación del déficit habitacional y el aumento y mejoramiento del espacio público, lo cual, por supuesto, redundará en la calidad de vida de todos los habitantes.
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