La semana pasada salió a la luz un (otro) escándalo con deportistas, dopaje y por supuesto las entidades que dicen controlar esta práctica. De acuerdo con la prensa especializada más de veinte nadadores chinos dieron positivo por trimetazidina, que según la lista de sustancias prohibidas es un modulador hormonal y metabólico y está prohibida en todo momento. La disculpa esgrimida por las autoridades chinas es que se trató de la ingesta de esta sustancia de manera accidental y por lo tanto involuntaria y en cantidades mínimas. Parece que WADA aceptó esta escusa, bastante pobre, para no sancionar, creo que ni siquiera abrir procedimiento, a los deportistas.
Se supone que la ingesta involuntaria o en cantidades mínimas no son situaciones que impidan sancionar al deportista; dice el código Wada: “Los Deportistas serán responsables de la presencia de cualquier Sustancia Prohibida, de sus Metabolitos o de sus Marcadores que se detecte en sus Muestras. Por tanto, no será necesario demostrar intención, Culpabilidad, Negligencia o Uso consciente por parte del Deportista para determinar que se ha producido una infracción de las normas antidopaje” y sobre la cantidad indica que “la presencia de cualquier cantidad comunicada de una sustancia prohibida, de sus metabolitos o marcadores en la muestra de un deportista constituirá una infracción de las normas antidopaje.” Es decir que lo dicho por los chinos no podría ser de recibo de acuerdo con las normas citadas.
Frente a esta barbaridad llama la atención como nuestras autoridades sancionan permanentemente a cualquier deportista que dé positivo por Boldenona y que se sabe hasta el cansancio que esta sustancia está presente en el ganado vacuno criado en Colombia. Acá, en este platanal se aplican a rajatabla estas consideraciones que grandes potencias como la china o la rusa hacen caso omiso, a pesar de existir estudios que indican que prácticamente cualquier persona que consuma carne de res puede dar positivo por boldenona.
No es la primera vez que ocurre algo similar, durante algo más de 7 años Lance Armstrong engaño a todo el mundo, en complicidad con WADA, e indicar que nunca su había dopado. El comité olímpico ruso de manera sistemática dopó a sus deportistas con científicos del laboratorio certificado de WADA.
El sistema de control al dopaje en la actualidad falla, falla en los laboratorios, falla en los controles y falla sobre todo con la necesidad imperiosa que tienen las autoridades en sancionar a como de lugar, en algunos casos, y en mirar para otro lado en otros.
Dice WADA que el sistema es una garantía para los deportistas de competir en un deporte limpio sin dopaje. Esto no es cierto; WADA y los sistemas disciplinarios son una cantidad de burócratas que se les premia por repetir siempre lo mismo y sancionar a algunos.
Colombia es el país que más ciclistas tiene dopados, China y Rusia ganan medallas olímpicas con deportistas dopados y algunos tipos como Lamstrong durante mas de 7 años mienten de cara a las cámaras de manera impune. Nada pasará a los chinos, con mucho dinero le creerán, como le creyeron a Froome que dijo que no había consumido en exceso salbutamol sino que se había deshidratado. Mientras que a otros deportistas porque les requisan las maletas en un aeropuerto son condenados al ostracismo por tentativa de sospecha.
Nada pasará, en París este año chinos, rusos y seguramente muchos otros ganarán medallas y sonreirán no se si por haber ganado o por haber hecho trampa sin que los descubrieran.
*Andrés Charria, Fundador de Tres Puntos Consultores.
¿Quiere publicar su edicto en línea?
Contáctenos vía WhatsApp