El Rey detuvo la matrícula de marca solicitada El Príncipe por alto riesgo de confusión

Gran Almacén SAS se presentó ante la Superintendencia de Industria y Comercio con el fin de registrar la marca El Príncipe para distinguir productos y servicios de las clases 35 de la Clasificación Internacional de Niza, los cuales son los comprendidos como servicios de venta al por menor de mercancías; servicios de venta al por menor de ropa; servicios de venta al por menor en línea de prendas de vestir; servicios de venta al por menor o al por mayor; publicidad; gestión de negocios comerciales; administración comercial; trabajos de oficina.

Luego de la solicitud, Fábrica de Especias y Productos El Rey S.A., fabricantes de salsas, condimentos, sazonadores, dulces, chocolates, entre otros, presentó oposición ante las clases en cuestión con fundamento en los literales a) y h) de la decisión 486 de 2000.

Fábrica de Especias y Productos El Rey S.A. afirmó que el registro de la marca solicitante no era aceptable ya que esta suponía una reproducción de conceptos e ideas asociadas a la marca El Rey, ya registrada. Por lo que, para ellos, no podrían coexistir en el mercado ya que son susceptibles a generar riesgo de confusión o asociación, y dilución de la fuerza distintiva de su marca por sus semejanzas.

Los representantes de la marca opositora consideraron que el signo confrontado tiene parecidos ideológicos como lo es la corona en la parte superior ya que refuerza las ideas de monarquía, rey, reino, soberanía, realeza, dominio, entre otros. Estas, afirman, han sido acuñadas, empleadas y posicionadas en el mercado para identificar los signos de su familia de marcas. También aseguran que las expresiones pueden a tal punto de ser confundibles debido a que ambas palabras son sinónimos.

Añaden que, aunque ortográfica y fonéticamente no presentan semejanzas, sí podrían evocar ideas y conceptos, lo que podría llevar al error en el público consumidor por considerar que tienen el mismo origen empresarial.

Gran Almacén SAS, apoderados de la marca solicitante, no presentaron sus argumentos.

En cuanto al análisis comparativo, la SIC encontró que con una comparación simple y una confrontación visual, se puede derivar un grave riesgo de confusión. Aseguran que incluso con pruebas realizadas a niños se puede deducir una identidad determinada.

Tomando los argumentos de ambas partes en cuenta y también el análisis comparativo, la SIC decidió negar el registro de la marca El Príncipe.